se paran los dados
los ojos de la serpiente
los ojos del fin
y por perder
se pierden los principios
no debí volver
a los mares que creía secos
se llenaron del material
que cristaliza los recuerdos
y escapar
y escapar
memorias de cristal
arden las palmas
arde la piel
los corazones en tercer grado
la ceniza de un cigarro
mal fumado
las llamas son el alivio
vuelas
y dices
que a estas alturas
mis alas no resisten
a las corrientes de la paradoja
el pez que se muerde la cola
ojalá
entre las nubes
y bajo suelo
a veces perder los principios es el principio de todo.
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