todo lo que te mata por dentro te ha hecho quebrar la línea que separa la cordura del delirio
son las siete de la mañana y aún abres los ojos
hoy querías destruir la noche y dar a luz al día
ese banco hoy es el centro de órbita de todas las miradas
de todas las miradas de los gatos y de los pobres diablos que entran al after
estás en ese banco pensando que el universo se te ha quedado pequeño
y cierras el telón del mundo y recorres constelaciones en un milisegundo
tu cabeza es más grande que el mismo universo y te das cuenta ahí
en ese banco que se clava en todas y cada una de tus vértebras pero que no quieres abandonar porque es lo único que te sostiene esta madrugada
todos se han ido a casa y no te queda nadie
tu vida es un suicidio progresivo pero la sientes más cerca que cualquiera de esos imbéciles
rebañas los últimos minutos de la noche como si el sol no se fuera a poner nunca más
te señalaron hace tiempo la inutilidad de soñar y por eso dejaste de dormir
y contemplas esos ojos marrón descafeinado que van por ahí quitando el sueño a todo el que mira
son las siete de la mañana y aún siguen abiertos
(hoy yo quería destruir la noche y nacer contigo el día)
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