Dijiste "c'est la vie",
(aún lo recuerdo)
y las luces de París
se fundían
al fundirte tú con el viento.
Dijiste "c'est la vie",
y por un momento
te volviste Amélie,
moldeando mi existencia
con un mínimo gesto.
Dijiste "c'est la vie",
y ahora me arrepiento
de haberte dejado ir
por los escalones de Montmartre,
subiendo en silencio.
Dijiste "c'est la vie",
y desde aquel día estoy
muerto.
es bonito evocar París y todo lo que conlleva, aunque tu historia de amor sea triste. Y vuelvo al típico tópico "siempre te quedará París"
ResponderEliminar¿Qué tendrá París?
ResponderEliminarYa lo dicen. C'est la vie. ¿Que podemos hacer contra eso?
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