lunes, 23 de noviembre de 2015

White russians.

si la poesía es el preludio de la autodestrucción
explícame por qué hay bares
que conocen mejor que yo tu nombre

si los vicios los trajimos de casa

hay que querer como se quiere vivir
hay que beber como suicidas
por no llorar
por no dejar de reírnos

qué sé yo

si tus ojos tras esa jarra
devuelven colores que aún están por inventar

hay que beber para meternos mano en un callejón
y que nos importe una mierda
si nos miran

hay que querer como suicidas

si la poesía de verdad está a un paso de la implosión
dime cómo es que todavía
nos levantamos por la mañana

si nunca dormimos

dime otra forma de sentir que existo
que no sea crear(te)

si hay bares
que conocen mejor que yo tu nombre

hay que beber como se quiere vivir
y a la séptima copa que no nos hemos tomado
nos hemos convertido en gatos

-otra noche sin dormir-

martes, 17 de noviembre de 2015

Sobre la materia oscura, y otros conceptos cosmológicos.


"Prófugo de un dolor que ya no existe
llevo 500 noches celebrando
la impúdica belleza de estar triste." 

-Joaquín Sabina

como los habitantes de la penumbra
tenemos océanos de tinta
bañándonos las pupilas

que gotean al ritmo
de aquello que nos estremece

ahí estás
bailando claqué sobre charcos negros
porque
como los habitantes de la penumbra
como ese joven Apollinaire
todo te maravilla
tras las persianas cerradas

entre páginas profanas
mirando por encima del hombro
a todo lo inmediato

sencillos
pero no simples

y es que sabes que has escrito más de la cuenta
cuando la tristeza se convierte
en un cielo subterráneo
y que has bebido más de la cuenta
cuando escribes
y así

y así prometieron devolverme el sueño
y así me convertí en soñador
y ya nunca duermo
joder

no pienso moverme
del horizonte de delirios
no me vaya a volver loco
con vuestra falsa cordura

somos los niños perdidos
somos los que más se acercan
a encontrase a sí mismos
somos la estructura del caos
somos la pesadilla del fenómeno
y el invierno de los segundos
somos el faro y su sombra sobre los océanos de tinta


     somos los habitantes de la penumbra