jueves, 21 de noviembre de 2013

De las luces decembrinas.

más oscuro
que tu habitación
con las persianas cerradas

que lo que nos pasa
cuando colisionamos
en ese microcosmos

noche cerrada y gélida
y una farola espera al día
para dejar de quemarse
por dentro

y eso que a ella
nadie le da calor
en este puto mes
de chimeneas
y de olor a castañas
a fuego lento

ya nadie mira
a esa pobre farola

todos se deleitan
con las luces
de diciembre

domingo, 17 de noviembre de 2013

Séquito.

no somos poetas

sólo somos
lo que quieres
que seamos

porque si tú
no quieres
que lo seamos

¿
qué motivos tenemos
para no dejar de ser
?

jueves, 24 de octubre de 2013

Incompletos desconocidos.

Aún se buscan nuestras sombras en oscuros portales.

Aún somos ciegos,
y aún miramos los dos el mismo crepúsculo,
como esperando encontrarnos los ojos
en algún rayo travieso.

Aún no te he tocado,
y aún, a veces,
parece que lo hago;
luego me doy cuenta de que estoy borracho
                                    de que estás hecha de sueños,
(y esos sólo se pueden acariciar durmiendo)
asi que me vuelvo a la cama.

Mañana será otra resaca.

Aún seguimos dándole motivos al Azar
para que algún día nos ponga frente a frente,
mirar hacia abajo y vernos las espaldas
en cualquier callejón
                      o cualquier bar
(ya sabes dónde encontrarme).

Aún echamos leña a un fuego
que hace tiempo se convirtió en volcán
para congelar el segundo de nuestra erupción.

Aún las calles eligen traje de gala
para el día en que bailemos
sobre las mismas aceras.

Aún no nos hemos visto reir
                             por no llorar
                                      o llorar
                                      de la risa.

Aún tenemos la vida por delante
y aún nos sobra arena en el reloj
para regar la magia del Instante.

Aún tenemos razones,
aún seguimos
                           siempre
                       esperándonos,
y aún somos
incompletos
                                      desconocidos.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Desfile.

quise tenerte
y pude

quise quererte
y me pudiste

no sabía
que eras tan fuerte

piel de enredadera.

porque aprendimos
a elevarnos
a base de hostias

y ahora
los rasguños
son una nueva forma
de caricia

ay
armonía
de los contrarios.

he perdido
los sentidos

y tú las bragas

en el Caos

de tanto intentar
hacernos arte.

299 792 458
metros por segundo

la velocidad
de tus balas
entre ceja y ceja

puta puntería
puta sangre fría
de francontiradora rusa

tus manos
siempre serán
el invierno
donde cristalizan
los segundos.

y
todavía
me puedes

porque
todavía
me quieres.

lunes, 26 de agosto de 2013

Cristales.

Devuélveme el invierno,

los labios cortados,
los párpados entornados,
los terremotos interiores
cada vez que nos rozaba el viento.

Ya sé que el tiempo,
lo inviertas donde lo inviertas,
sólo trae pérdidas;

tú no eras un valor seguro
pero tampoco esperaba esta quiebra,
y ahora nos queda
mucho más
que echar de menos:

la colisión de nuestras soledades,
los terribles huracanes,
tus manos empujándome al volcán
y tus ceniceros,
cementerios de aves Fénix.

Hoy las ventanas esperan al diluvio
para poder llorar sin que las vean,
hace tiempo que no las rompes
y saben que no volverás a hacerlo.

No deberías andar descalza
porque aún quedan cristales
(pero de esferas de relojes)

y en el suelo sigue flotando
un charco de horas.

Lo siento,
vas a tener que devolverme el invierno
que te dejaste donde perdimos el Norte.

Debió de ser
al Sur de la catástrofe.

viernes, 9 de agosto de 2013

Vistas al mar.

     Cualquiera diría que los muros de esta habitación están hechos de cúmulos de Vacío.
     Las ventanas y puertas, de par en par abiertas, dejan entrar el agua. La marea ha subido y se ha llevado todos los poemas escritos en la orilla. Es caprichosa.
     En cambio, tú no has vuelto a pasear por las arenas de este anti-locus amoenus donde te divertías desinflando sueños con la aguja de tu tacón. Y casi que mejor.
     Ya no hay tormenta; sólo estoy yo, solo, acompañado de ese viento suave que acaricia hasta los huesos y del incesante estribillo que cantan las olas (como si se les hubiese olvidado el resto de la canción).
     Por fin puede decirse que todo ha vuelto a su lugar, pero con las estanterías cambiadas de sitio.
     A veces hay que cambiar de sitio los muebles, ¿sabes? Para convencernos de que dejar las cosas tal y como están no es siempre la mejor opción. Eso o que la chorrada del feng-shui es cierta y lo veo todo mejor.
     La verdad es que me ha venido bien que te fueras, porque eso de ser medio dos me quedaba grande y no cabía en esta habitación sin paredes ni cortinas. Antes entrabas tú, ahora entran los rayos melosos del crepúsculo y el agua de mar (si escuece es que está curando); no es tan diferente al fin y al cabo.
     Cualquiera diría que los muros de esta habitación están hechos de cúmulos de Vacío, y con razón, porque antes los ladrillos eran tus huesos y el cemento tu saliva.
     En fin, al menos ahora tengo vistas al mar.

viernes, 26 de julio de 2013

Verte siempre.

Medir un metro ochenta y cinco
es útil en muchos aspectos,

por ejemplo
buscar a alguien entre la multitud
o ver mejor un concierto;

pero aún no sirve
para mirarla a los ojos
y que mi reflejo,
grabado en sus córneas,
no sea el de un niño pequeño.

Ella guarda en las ojeras
la paciencia
para esperarme despierta
esas noches en que la luna
siempre invita
a la penúltima ronda.

Ella tiene talladas en la frente
las primeras marcas
de media vida dando su vida
-media vida de sacrificio-
pero no por ello
parece menos fuerte,

sigue siendo a la vez
brisa ligera
y huracán inminente.

Ella sabe que soy un cabeza loca,
que sólo pienso
en ellas,
en canciones,
en poesía,
pero cuando habla
con su brujo imperativo
ni mi Caos mental resiste
a ese poderoso hechizo.

Ella conserva la belleza de la juventud
junto a los ojos serenos de la Experiencia,
dispone de presunción de inmortalidad
hasta que la Muerte demuestre lo contrario,

ella me hace ser quien soy
y sin ella no hubiera sido nunca.

Ella se ha ganado una parcela en el puto Paraíso
(si es que existe)
de mil quinientos metros cuadrados,
como las que le tengo guardadas
bajo el cráneo
y el esternón
para cuando se haya ido
y le apetezca volver un fin de semana.

Ella, hoy y siempre, será el motivo
por el que me costará tanto abandonar
este mundo de mierda,
que tiñe de un color singular
y lo hace todo más bonito.

Ella, bóveda celeste y constelación.

Ella, gravedad y eje de rotación.

Ella, expirando inspiración.

Ella, pasado, futuro y presente.

Tú,
qué bien
verte siempre.

martes, 16 de julio de 2013

Canción de lluvia y truenos.

Llegó la tormenta a tu iris;

se escucha la canción de lluvia y truenos
que marca el ritmo de las agujas del reloj.

Me he quedado sin refugio
donde lamerme las heridas.

Las ventanas, de reojo,
arrojan con sus ojos de espejo
miradas enajenantes
que en realidad son reflejo,

muy parecidas a las tuyas cuando decías
eso de que "la vida son dos días"
y que la resaca querías pasarla conmigo,
con el sol subiendo la marea de tu espalda.

Pero no me hables de la vida
si para ti vivir no es morir lentamente
por ver ese culo pasearse por tu pasillo
entre los aplausos de las puertas poseídas por la corriente
y las reverencias de los cuadros torcidos.

Llegada de todas partes,
te deslizarás entre páginas como viento
para imprimirlas de tu aroma helado
y colarte en los nidos de golondrinas,
repletos de ideas inconexas,
de aleteos y chillidos.

Se abren claros en la nubosa oscuridad,

se disipa la canción de lluvia y truenos,
el reloj vuelve a su compás de marcha fúnebre

y tú,
una vez más,
te metamorfoseas
en oscuro alfabeto.

sábado, 29 de junio de 2013

A la Inmortal.

No lo eres todo

pero curiosamente
sin ti no soy nada.

No sé qué hago
tras algo que ignoro
si existe,

y si acaso existe
lo hace con la fugacidad
de los días de verano,
que siempre vuelven
pero nunca viven
para contarlo.

Y qué vida más vacía
cuando no me haces beber
destilados de poema
y girar en sentido antihorario
(hasta que nos den las seis),

y qué poco me quedaría
si no supiera
que estás ahí
aunque te vayas con otro,
maldito colibrí,

y qué tristeza
y qué felicidad
eso de tenerte cerca
aunque no estés
a mi lado.

Porque contigo
dejé de creer en el "siempre"

para amar
el "de vez en cuando".

Tú,
cambiando el mundo
que resbala bajo tus pies.

Tú,
con sus consecuencias.

martes, 25 de junio de 2013

Nota autodestructible.

Te quiero

sin pausa

sin comas

y punto

lunes, 17 de junio de 2013

La vuelta al Infierno en 66 despedidas.

     Una herida en el tronco de un árbol me ha tintado el iris de olor a hojas secas.
     Ya hace tiempo que se fue, las manos en los bolsillos, como si en ellos se encontrara la respuesta a la pregunta que siempre nos hace el viento: "¿por qué os corto los labios?".
     Se ven pájaros enjaulados al fondo del pasillo. Vuelan, en círculos concéntricos cada vez más pequeños, creyendo que los barrotes de su prisión se van estrechando. Ellos saben que están encerrados porque son virtuosos cantantes, pero lo que sus carceleros en realidad escuchan es la desgarradora voz del llanto de un ser nacido para hacer el amor con el aire.
     Pésimo final.
     Pero el sol se ha alzado en la esquina del folio, como en los dibujos de los niños pequeños. Se desangra, eclipsado por doscientos setenta grados de Nada azul transparente, bajo la tenta mirada del Infinito. Sádico placer.
     Estás tú, contando los cigarros que te quedan para vivir más años. Está ese olor a tabaco que se pega a las líneas del pentagrama, escribiendo la banda sonora de nuestra erupción simultánea.
     Y es como intentar derrotar al Azar jugando al póquer o tirando los dados sobre un tapete gastado, que resulta ser la orilla del Mal cuando la marea sigue baja. Pero claro, llega mi turno y ya tengo los pulmones encharcados de llamas.
     Con razón
     besarte
     era
     como besar
     carbón.

miércoles, 12 de junio de 2013

Poemas en una botella #2.

Ya no me queda otra
que emborracharme

de cerveza,
de olor a mar,
de poesía,
de ti,

pero emborracharme

para borrar de mi cabeza
prismas esféricos
descomponiendo el sol
en luz azul,
                    verde,
                                marrón
y siempre negra;

para que el Sena
no fluya tan deprisa
bajo los puentes
que Madame Eiffel vigila,

porque borracho
París es más bonita,
y los coches,
y el viento,
y las despedidas;

para saber
que no sé dónde estoy
pero que soy,
sin mí
pero contigo
aunque te sobre medio tú;

para ver
con los ojos entornados
de la embriaguez
lo que los demás
sólo han mirado;

para que la botella
cobre vida
y me cuente
que una vez probó tu saliva
y que le ardiste en la boca,
pero que aún así
volvería a incendiarse;

en fin,

para emborracharme,
porque ya no me queda otra.

jueves, 6 de junio de 2013

Espejo sucio.

mirar
ver

oir
escuchar

dormir
soñar

hacer
crear

¿igual?
no
lo mismo

ser
existir

siempre se dice
cuando se habla

pero hablar
no siempre es decir

es decir

es distinto
y a veces lo mismo

y a veces

mentir
no es engañar

pero las palabras
mienten

y engañan

¿a la vez?
no
al mismo tiempo

domingo, 2 de junio de 2013

Lección I - Fuerza de sustentación.

No sé si recuerdas
cuando nos burlábamos de los rayos,
mientras los demás miraban acojonados
la tormenta tras el cristal,

y eso que el sudor
que sobrenadaba
nuestras sábanas
era más conductor que cualquier metal.

Que el arte de elevarnos
lo perfeccionamos en el Abismo más profundo
hundiéndonos
en prisiones de luz.

Incluso una vez
nos adelantamos al compás de los segundos
por tu puta obsesión de vivir rápido,
pensar poco
y morir de vicio;
que contigo la vida sí que eran dos días,
uno de resaca y otro de agonía.

A pesar de que nuestra única estación
fuera el Infierno,
sabías de sobra
qué trenes llevaban a la primavera,

pero te guardaste el secreto,
y me dejaste arrastrando unas alas
que no volvieron a elevarse

pues ya no las recorrían tus corrientes.

sábado, 25 de mayo de 2013

(Anti)heroína.

Yo no soy tu superhéroe
ni tu kriptonita,
yo sólo vuelo
cuando despliegas la sonrisa,
y esa sí que es de otro planeta.

Tía, mira que yo no soy de chutarme,
pero no me queda otra que meterme en vena
tus poses de heroína.

Sin ofender,
vaya mierda de Superwoman;
nunca consigues rescatarme de los bares.

Es más, te unes a mí,
latiendo al compás de mis tragos
como si te fuera la vida
en esta jarra sucia,
sucia color negro noche,
de esas en que las nubes
no dejan lucir las estrellas.

Pero cuando amaneces
se puede ver la luna en tus ojeras,
y ese, querida,
es el más temible de tus superpoderes.

lunes, 20 de mayo de 2013

El poema que siempre quise escribirte.


A mademoiselle A.R.

El poema que siempre quise escribirte
te hubiera dejado sin aliento,
pero coño, siempre se me olvida
que inspiración
es lo que expiras.

Y es que miles soñamos
con aspirar
a acelerarte la respiración.

Pero prefieres guardar tu aire entre páginas en blanco
porque no quieres más poetas,
lo que te tengan que escribir que te lo escriba el viento
y a la mierda las medias tintas y los maltratadores de bolígrafos.

Claro,
que llego yo
y dejo en tu portal unos molinillos de papel
para ver si les llegan tus suspiros al final de cada palabra,

y resulta que sí,
que tu aliento es más poeta que nadie,

pero como nunca viste lo que escribió,
los versos
te los voy a enviar yo
como si fueran de mi puño y letra.

martes, 7 de mayo de 2013

1,618.

Sabes
que para ti me sobran poemas,
pero aunque a veces me dé por hacer números,
nunca te encuentro un teorema.

Cada poeta tiene su musa
como cada matemático tiene su problema.

El mío nace
de la geometría de tus caderas,
que por medio de sublimes ecuaciones
trazan en mi espacio
miles de rectas
deseando ser tangentes a tus curvas.

Por fortuna, las coordenadas
de cada poro de tu piel
ya las tengo calculadas.

Pero no me hagas hablar
del ángulo de tus piernas,
que podría pasarme horas,
minutos,
y segundos,
y ya hace bastante calor en la habitación
como para pasarnos de los noventa grados.

Mas aunque no lo creas,
ya estoy cansado de hacer cuentas
que no llevan a ningún lado,
asi que será mejor quedarse
con una conjetura perfecta
pero indemostrable,

y es que quizá, en algún universo paralelo,
tú y yo seamos perpendiculares.

lunes, 6 de mayo de 2013

Nuit de décembre.

Al final va a ser cierto eso
de que lo bello nace de la herida,
que los mejores versos
comparten página con círculos
de sangre y lágrimas,
que el idioma del dolor
es el mismo que el de la poësía.

Y con razón se entienden tan bien.

Mientras tanto,
yo sigo clavándome el bolígrafo en el pecho,
esperando que aparezca alguna musa
con algo de alcohol y puntos de sutura,
o en su defecto,
una flor de esas que sólo se abren de noche,
que me consuma a base de venenos destilados,
vapores asfixiantes
y batallas a oscuras.

Desde lo de tus arañazos en la espalda
no sé cicatrizar,
y cuando parece que todo ha pasado
me vuelves a infectar.

sábado, 20 de abril de 2013

Corteza.

Ni el mejor geógrafo conoce el mundo
como yo conozco tu cuerpo
y sus rincones.

De ese microcosmos
me sobran los mapas.

Y tus labios eran los dos hemisferios
de un mundo
en el que no me importaba perder el Norte
si era a base de besos.

No te muevas,
que quiero cartografiar
los contornos de tu voz.

martes, 16 de abril de 2013

Didascalia.

Silencio.

Se abre el telón.

Es jodido estar aquí arriba,
tener que abandonarte
y ser
lo que pretenden que seas
todos esos seres que miran.

¿Para qué?
¿Para ganarte su aplauso?

Que me disculpen
(o no, que no lo hagan),
pero hoy voy a salirme del guión
y de sus putas cuatro paredes sin puerta
ni ventanas,
porque yo sólo quiero ser actor
si son de mi puño y letra
los actos y las escenas.

Podrán abuchear mi obra,
cuestionar mi talento de dramaturgo,
pero siempre habrá alguien
ahí,
en la primera fila,
que se levante y aplauda
al final de la última réplica.

Y ese seré yo mismo.

Se cierra el telón.

Silencio.

Luces.

Sala vacía.

miércoles, 10 de abril de 2013

Fahrenheit a Celsius.

Vives escondida
en infinitos laberintos de espejos
que te multiplican,
y tu cortejo de dobles
no es menos real que tú misma
porque eres imagen:
tan ilusoria como el sueño,
tan verdadera como la luz
que me calienta la piel.

Pero dejémonos de realidades
que yo quiero ser tu fantasía,
esa que te desvela de madrugada,
y llevarte a mis lugares
secretos,
donde declararte mil guerras
en forma de incendio
(en mis sábanas desiertas
eres lo único que arde).

No,
no te apagues todavía
cuerpo ígneo,
que las llamas de nuestra combustión
sobrarían para eclipsar el brillo
de las estrellas,
o para iluminar a toda una nación,
y eso que sólo quemas en frío, y
sólo te enciendes a oscuras.

Que yo quiero ser tu fantasía
de primer,
                   segundo
                                   y tercer grado.

miércoles, 3 de abril de 2013

La luz.

I

Hugo,
traductor de las Deidades,
profeta por derecho
que rige las leyes naturales;
tierra, fuego, viento y agua
nacen de su pecho.

II

Baudelaire,
príncipe del Abismo;
en sus dominios florecen
pétalos malignos,
cuyo perfume de azufre
sobre cadáveres resplandece.

III

Rimbaud,
vagabundo de lo Imaginario,
eterno Vidente
del símbolo, santuario
de rayos de luz,
viajero de la bóveda celeste.

IV

Apollinaire,
Fénix de los poetas,
cuyo fuego eterno
resucita a las Letras,
aletargadas por la lenta y cruel
melodía del Tiempo.

V

Breton,
alpinista del Inconsciente
que pone la metáfora en guerra
entre la Realidad y lo subyacente,
iluminando lo desconocido
para redescubrir la Tierra.

domingo, 31 de marzo de 2013

Desafinados.

Dices
que ya estás harta de Orfeos,
que no queda lira que te hechice,
que por el Estigio
ya diste mejores paseos
con algún Hades de turno.

Y eso que conmigo
ya conociste el Inframundo.

Se acabaron las liras,
ya les he cortado las cuerdas
(esas que estaban hechas de tu pelo).

Que estás harta de Poësía,
que de noche prefieres
que te follen
a que te escriban,
y en realidad es la misma cosa.

Alejaos,
alejaos poetas,
que ella hace caso omiso
de sonetos,
de cuartetas,
de alejandrinos,
que ya está harta de Letras.

Ya no me quedan liras,
las he tirado todas
al fondo de tu adorado Infierno,
por si algún día miras hacia abajo
y te las encuentras ardiendo,
que ya estás harta de Orfeos,
de poetas
y de Letras.

Pero ni yo soy poeta,
ni tú eres Eurídice.

sábado, 30 de marzo de 2013

Poemas en una botella #1.

Llegas
y te me subes a la cabeza;
yo y mi puta obsesión
de disolverte en tequila.

Y ni siquiera me gusta,
si lo bebo
es porque es donde eres
más soluble.

Hay que joderse,
mira que antes
ya me consumías el corazón.
Ahora hasta me destrozas
el estómago.

Para colmo dejas resaca
y aquí me tienes,
escribiéndote
y hecho mierda.

Igual
con una cerveza se me pasa.

viernes, 29 de marzo de 2013

Polvo.

Vamos a volar cometas,
pero de los que se abren paso
entre cuerpos celestes,
que los nuestros
hace tiempo que se salieron de la
atmósfera terrestre,

o al menos eso parece
cuando rozo tus
                             lunares.

jueves, 28 de marzo de 2013

La tormenta perfecta.

Lluéveme,
hoy te quiero
en cada poro de mi piel,
que desde que no me atormentas
no se ve el sol,
ni las cervezas saben a miel
porque ya no llevan
tu saliva.

Reconstrúyeme,
que te dejaste a medias
los senderos que trazabas
en mi espalda,
esos que dolían
(a zarpazos y dentelladas),
mientras yo
te dolía más por dentro.

Destrúyeme,
que hoy me apetece ser polvo
o no ser;
la existencia se hizo pesada
y las horas anchas,
sólo me queda tiempo que perder,
un poco de poesía
y una chusta mal apurada.

Lluéveme,
eres la tormenta perfecta.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Paris la nuit.

Dijiste "c'est la vie",
(aún lo recuerdo)
y las luces de París
se fundían
al fundirte tú con el viento.

Dijiste "c'est la vie",
y por un momento
te volviste Amélie,
moldeando mi existencia
con un mínimo gesto.

Dijiste "c'est la vie",
y ahora me arrepiento
de haberte dejado ir
por los escalones de Montmartre,
subiendo en silencio.

Dijiste "c'est la vie",
y desde aquel día estoy
muerto.

sábado, 23 de marzo de 2013

Retrospecciones.

Sigo siendo aquel niño
que quería hacer de tu vida
un sueño,
y acariciarlo con ojos
de infancia perdida.

Porque sí,
la cobardía fue mi himno
y la crueldad mi bandera,
pero la vida es corta,
el amor fugaz
y la suerte perecedera;
los dados
no volvieron a jugar a mi favor
en aquel tapete,
donde contábamos los pecados
que íbamos ganando
en nuestros ataques de fortuna.

Mas ahora las cartas
me están traicionando,
(mejor decirlo tarde que nunca)
y en este póquer
en el que pierdes más que ganas,
no ha vuelto a salir
una
       reina de corazones.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Deltas.

Recorrer tus noches más oscuras,
(noches sin estrellas)
donde mi simple visita
se convierta en terremoto
                        o huracán,
en cualquier catástrofe exquisita
que ni tus quejidos de sirena
consigan parar,
pues en tus escarpadas tinieblas
no conviene desviarse del rumbo:
el Éxtasis
de la cima de tus piernas,
allí donde somos dos
pero sólo uno.

Cielo, que en tu Oscuridad
todo lo veo más claro.

martes, 19 de marzo de 2013

20.

Apenas se oyen tus pasos
pero yo
ya te siento aquí;
Primavera,
tráeme alergia a ti,
que otras aún me arden
en la piel,
y ni el invierno
es capaz de calmar
sus incendios.

domingo, 17 de marzo de 2013

Dimensiones antagónicas.

Cada día se libra una batalla
cuando me miro en el espejo.
"Este que ves eres tú",
susurra la pulida superficie,
"No, tú sólo eres luz,
un reflejo".

Reflejo
encerrado en el cristal,
en busca de mis pupilas,
que nada entiende de interioridad.
Y cuando me miro en el espejo,
cada día se libra esta batalla.

Instante (artificial).

Que si en mis poemas
no respeto la métrica,
es por esta puta manía que tengo
de versarte sin medida.


sábado, 16 de marzo de 2013

Del dolor.

A Marie, que me ofreció el privilegio
de añadir estos humildes versos
a su mágica prosa.

I

Te grabé a hielo
en mi retina,
pero tú querías ser fuego
y al acercarte
se fundían mis pupilas.
La Nada se hizo,
y su vacío inmenso
provocó claustrofobia;
será que sólo quedaba sitio
para tu
           recuerdo.

II

Abril ya se paseaba por los parques,
ruborizando a las flores,
mientras yo me refugiaba
en las barras de los bares,
donde nos ganábamos a tragos
pasar la noche en el Infierno
(un hotel de cinco estrellas,
pues peores antros habíamos pisado).
Pero a fuerza de escondernos
nos convertimos en otoño,
y tus manos terminaros por mezclarse
con los montones de hojas secas.
Céfiro hizo el resto.

III

Jugábamos a buscarnos en el Caos
con poca luz
y menos ropa,
siendo sin existir.
Mas al subir las persianas,
la realidad deslumbraba;
yo te quería a mi lado, y tú
sólo me querías cerca
de ti.

IV

Si tuviera elección
entre Cronos y tú,
me quedaría con el titán;
él me mata más lentamente
que el roce de tus mejillas
cuando vuelves sin avisar,
segundo a segundo
y sin mirar atrás.

jueves, 14 de marzo de 2013

Los laberintos.

A la memoria de Paul Éluard.

Somos mitad bosque de piernas débiles
sin miedo a los perfumes del agua
que cae por las esquinas de tus
                                               ojos

Somos un grito de olor
a rosas de azufre
que se desvanece cuando lo
                                           tocan

Somos tinta de algún bolígrafo
maltratado por poetas
que se creyeron
                        firmamento

Somos estrellas de ojos confusos
que buscan su otro Azul
en mitad de la bóveda
                                  celeste

Somos Universo
                         y al revés
                           

miércoles, 13 de marzo de 2013

Catábasis.

Te propongo perdernos
en los peores antros de la ciudad,
y bebernos
bajo un firmamento de neón,
que por estos rincones
ni el Sol
se atreve a pasar.

Dejemos que nos consuma
este cortejo de hadas
encerrado en nuestros vasos,
de negro canto
y verdes alas,
pues si tengo que morir
prefiero que me mates a tragos
o a caladas.

Y así convertirnos
en el octavo pecado capital,
que yo quiero arder
en tu cama-Infierno,
y condenarnos en horizontal.

Elástica.

Se me clavan las agujas en el pecho, tic-tac,
marcha fúnebre del tïempo cuando no estás.
Pero cuando apareces,
las horas duran
                              sesenta segundos
                                                               Tic-tac.                                                   

martes, 12 de marzo de 2013

Mareas.

Mediterráneo,
ojalá estuvieras aquí.
Tú sabes que no puedo dormir
sin que tus olas

vengan a morir a mis tímpanos,
y que en su último suspiro
me susurren al oído
los versos del más bello poema.

Ni tus aguas son las más cristalinas,
ni tus olas las más feroces,
ni tu arena la más fina,

pero tu belleza está en la esencia.
Echo de menos esas noches
en las que bañabas mi conciencia.

Prólogo.

Cada letra que ves
es tuya;
no me preguntes por qué.
Quizá
tú seas demasiado poderosa,
o yo sea muy débil para resistirte,
pero ¿qué más da?
Si a fin de cuentas
tu saliva quema las palabras
que nunca salieron de mi boca
para que, de sus cenizas, renazcan con más fuerza.

Que sí,
que yo he escrito por muchas,
pero siempre escribo por ti.