miércoles, 10 de abril de 2013

Fahrenheit a Celsius.

Vives escondida
en infinitos laberintos de espejos
que te multiplican,
y tu cortejo de dobles
no es menos real que tú misma
porque eres imagen:
tan ilusoria como el sueño,
tan verdadera como la luz
que me calienta la piel.

Pero dejémonos de realidades
que yo quiero ser tu fantasía,
esa que te desvela de madrugada,
y llevarte a mis lugares
secretos,
donde declararte mil guerras
en forma de incendio
(en mis sábanas desiertas
eres lo único que arde).

No,
no te apagues todavía
cuerpo ígneo,
que las llamas de nuestra combustión
sobrarían para eclipsar el brillo
de las estrellas,
o para iluminar a toda una nación,
y eso que sólo quemas en frío, y
sólo te enciendes a oscuras.

Que yo quiero ser tu fantasía
de primer,
                   segundo
                                   y tercer grado.

1 comentario:

  1. Prepara la combustión.

    (Te he estado leyendo y me has gustado).

    Un saludo, H.

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