viernes, 4 de julio de 2014

Paréntesis.

     En esta ocasión no se trata de un poema, ni de ningún otro delirio.
    
     Hoy no habla ese que está sentado en los escalones de Montmartre, ese que cada mes deja caer por aquí una servilleta garabateada. Hoy habla Henri, el que abrió este espacio para compartir lo que hacía y gustaba de hacer con otras personas, que como él se maravillan ante un folio en blanco y algo con que escribir.

     Mi intención no es otra que pedir disculpas por tener el Síndrome tan desatendido, tanto que hasta parece que estoy curado. Ni mucho menos. Aún sigo enfermo y aún quiero estarlo; aún anoto pequeños fragmentos y versos en mi bloc azul de hojas amarillas, porque no existe forma más bonita de vivir.

     Como muchos comprenderán, estos últimos dos meses han sido duros: se junta deber con placer, a veces se suceden y otras se solapan. No he tenido, como consecuencia, mucho tiempo para mantener al día mis redes sociales, pero por fin se divisa el final del túnel, asi que de aquí a mediados de julio os dejaré algo nuevo para los que aún esperen.

     A todos esos últimos muchas gracias, y también al resto. Y de nuevo, lo siento de corazón.

H.

2 comentarios:

  1. creo que no hace falta pedir disculpas, que no publiques no significa que no tengas en tu cabeza miles de palabras intentando salir.

    (saludos)

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