domingo, 2 de junio de 2013

Lección I - Fuerza de sustentación.

No sé si recuerdas
cuando nos burlábamos de los rayos,
mientras los demás miraban acojonados
la tormenta tras el cristal,

y eso que el sudor
que sobrenadaba
nuestras sábanas
era más conductor que cualquier metal.

Que el arte de elevarnos
lo perfeccionamos en el Abismo más profundo
hundiéndonos
en prisiones de luz.

Incluso una vez
nos adelantamos al compás de los segundos
por tu puta obsesión de vivir rápido,
pensar poco
y morir de vicio;
que contigo la vida sí que eran dos días,
uno de resaca y otro de agonía.

A pesar de que nuestra única estación
fuera el Infierno,
sabías de sobra
qué trenes llevaban a la primavera,

pero te guardaste el secreto,
y me dejaste arrastrando unas alas
que no volvieron a elevarse

pues ya no las recorrían tus corrientes.

3 comentarios:

  1. Decirte, que eres increíble, que a más de una le gustaría que le dedicasen estos poemas. Eres grande, sigue así. (Daniela)

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  2. sin duda uno de los poemas más bonitos que he leído, me ha encantado tu manera de narrar, de expresarte... no podría quedarme con una sola frase, sin duda me quedo con todo el conjunto.

    (saludos)

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